Expuesto en: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, España.
Tamaño: 351 x 782 cm.
Técnica: Óleo sobre lienzo.
El bombardeo de la población de Guernica el 26 de abril de 1937 por parte de la aviación alemana despertó la conciencia política de Picasso. Guernica fue el tema de su obra maestra, realizada para el Pabellón de España en la Exposición Internacional de París. En la parte superior del lienzo cuelga una bombilla eléctrica que arroja una fría luz aserrada. Como si esta luz eléctrica no fuera suficiente, una mujer porta en su largo brazo un candil de petróleo, iluminando así hasta el último escondrijo del cuadro. En el lienzo aparecen otras tres mujeres: bajo el toro, posible símbolo de la República, una que porta un niño muerto; en el extremo derecho, otra que levanta los brazos ante el fuego de su hogar; en primer plano, una tercera mujer arrodillada, presumiblemente embarazada. Bajo la luz eléctrica se encuentra el caballo malherido que relincha y a sus pies se hallan los restos descuartizados de un hombre-estatua en cuya espada rota renace una flor como símbolo de esperanza. Un pedazo de suelo con baldosas alude al recinto del pabellón español donde se ubicaba el cuadro. Guernica es un manifiesto contra la guerra y cualquier tipo de brutalidad humana. Por eso estamos ante un cuadro universal que contrapone la capacidad de creación del artista y la capacidad de destrucción de la guerra. Su interpretación es objeto de polémica, pero su valor artístico está fuera de discusión. No sólo es considerado una de las obras más importantes del arte del siglo XX, sino que se ha convertido en un auténtico “icono del siglo XX”, símbolo de los terribles sufrimientos que la guerra inflige a los seres humanos.
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